MonumentosFortalezasVilla medievalArqueología
Piedra sobre piedra, la historia toma forma Guardianas del tiempo, testigos del pasado Calles con siglos, rincones con alma Lo invisible bajo tierra, revelado con paciencia
Castillo, Torre de Aragón y Prao de los Judíos
Descubre la fortaleza que dominó siglos de historia, recorre sus torres legendarias y adéntrate en el legado judío que aún susurra entre los muros de Molina de Aragón
Fortaleza de historias
Fue con la llegada de los árabes, cuando en el s.XI y sobre un antiguo castro celtíbero, se erigió la alcazaba que poco años después, sería tomada por los cristianos.
El castillo de Molina de Aragón se alza majestuoso sobre la ladera que domina el valle, vigilante perpetuo de su historia. Su imponente muralla exterior, salpicada de numerosas torres de defensa, envuelve el perímetro y brinda protección tanto al antiguo burgo como a la propia fortaleza.
Bajo el gobierno de Don Manrique de Lara, primer señor de Molina, la fortaleza vivió un importante desarrollo. Se construyó la torre vigía —hoy conocida como Torre de Aragón—, posteriormente el patio de armas, desde donde se planeaban las estrategias militares, y finalmente el cinto amurallado, que ofrecía protección a los habitantes de la naciente población de Molina de los Condes.
Construida sobre una colina estratégica, la fortaleza debe su relevancia y belleza a esta ubicación privilegiada. Su situación geográfica la convirtió en una plaza fuerte de primer orden: una fortaleza casi inexpugnable que facilitó el control del paso fronterizo entre Castilla y Aragón. Fue durante la dominación árabe cuando se levantó la primera alcazaba, que pocos años más tarde caería en manos cristianas.
Vista nocturna @Turismo Castilla-La Mancha
Ya en el siglo XIII, su bisnieta fue nombrada quinta señora del Señorío Independiente de Molina. Esta noble dama, doña Blanca, decidió reforzar y ampliar su dominio. Ordenó levantar una gran muralla que delimitara claramente el uso militar del castillo, mientras incentivaba el crecimiento civil fuera de sus muros, dando origen a la villa de Molina de los Caballeros.
Durante su mandato se construyeron importantes obras civiles y religiosas: la iglesia de Santa Clara, la iglesia de San Francisco y el puente románico, que aún hoy conserva su estructura original.
Con el tiempo, el clero adquirió gran relevancia en la villa, impulsando la construcción de monasterios como el de San Francisco y la parroquia mayor de San Gil, centros espirituales y de poder que marcaron el desarrollo urbano.
La nobleza también dejó su huella: fue favorecida con el privilegio de edificar palacios y casonas señoriales, muchas de las cuales aún se conservan como testimonio vivo del esplendor de Molina en la Edad Media.
Vista general patio interior @Turismo Castilla-La Mancha
Torre del castillo @Turismo Castilla-La Mancha
Guerras Carlistas
A partir de la conquista cristiana, las reformas se fueron sucediendo durante siglos hasta la llegada de las tropas Carlistas del General Cabrera, que lo reconstruyeron tal y como lo podemos ver hoy en día.
"Podéis seguir los pasos de su historia en la gran mayoría de las torres del Patio de Armas donde podremos distinguir los tapiales árabes, los arcos apuntados medievales y las almenas reconstruidas por los carlistas."
Cadenas montañosas se extienden ante vosotros y a vuestros pies la gran villa medieval de Molina de Aragón con sus tejados de teja árabe hecha a mano en los tejares de la villa durante cientos de años.
Vista General
Prao de los Judíos
Cerca de la muralla del castillo, se puede visitar el Prao de los Judíos, uno de los yacimientos arqueológicos ocupado desde época Califal hasta los siglos XV.
Prao de los Judíos @Turismo Castilla-La Mancha
La arqueología ha puesto de manifiesto a los personajes que allí vivieron, incluso algunos de ellos con nombres y apellidos como al notario hebreo, hijo de Moshe Habibas y de nombre Samuel o a la señora que acudía a rezar a la sinagoga llamada Oro Bueno
PRECIO
General libre: 5 €
Reducida libre: 4 € *
General guiada: 7 €
Reducida guiada: 6 €*
* Personas mayores de 65 años y menores entre 7 y 14 años.
Entrada gratuita para menores de 7 años acompañados por un adulto.
HORARIO DE VISITA
Consultar en el museo comarcal o en el número de teléfono 949 83 11 02 para la visita libre y las visitas guiadas, así como los horarios de apertura y cierre.
ENTRADA
Se puede acceder desde la plaza de España, desde allí, cogemos el callejón de la Plaza de la Enseñanza que hay próximo a la fuente, y subiremos hasta llegar a la Torre del Reloj, que se encuentra en la misma muralla del castillo.
ACCESIBILIDAD
Las personas en silla de ruedas no pueden recorrer el recinto, hay escaleras en el inicio, camino de tierra y un desnivel de más de 100 metros. Las personas PMR (con movilidad reducida) deben valorarlo según sus propias capacidades.
La ciudad de Molina
Un paseo histórico entre monasterios, puentes medievales y palacios señoriales
Encanto histórico de Molina
Monasterio de san francisco
Otra visita muy recomendable es pasear por las calles del Casco Histórico de Molina y conocer todo su emblemático patrimonio como es el Monasterio de San Francisco, fundado a finales del siglo XIII y en la actualidad utilizado como edificio de servicios múltiples, más otra pequeña parte que aloja el Museo Comarcal de Molina de Aragón.
"El Monasterio de San Francisco, fundado en el siglo XIII, es hoy uno de los principales centros culturales de la ciudad. Restaurado con esmero, acoge exposiciones, actividades culturales y eventos que dan vida a este espacio histórico."
Vista exterior Monasterio de San Francisco.
En el paseo por sus calles, no podemos olvidar el barrio judío, de gran belleza medieval, y el barrio de la morería al otro lado del río. Ambos conservan el trazado y el encanto de épocas pasadas, con calles estrechas y construcciones tradicionales. Sobre el río se alza el Puente Románico, construido en arenisca roja y formado por tres arcos que descansan sobre pilas con tajamares visibles a ambos lados.
"El puente Románico, símbolo de la Villa, no solo conecta los antiguos barrios, sino también la historia viva de Molina de Aragón."
Sus templos cristianos representan las diferentes épocas artísticas. Desde la serena belleza del románico de la Iglesia de Santa Clara, en la plaza que lleva su nombre, a Santa María la Mayor de San Gil, totalmente reconstruida después de un incendio ya en el siglo XX; pasando por el renacimiento reflejado en la Iglesia de San Pedro, con su preciosa espadaña mudéjar o el neoclásico de la portada principal del Monasterio de San Francisco.
Como testigo de su esplendor los palacios más significativos plasmaron en sus blasones e inscripciones los nombres de sus insignes habitantes: Casa del Obispado Díaz de la Guerra, Palacio de los Arias, Palacio de los Montesoro… y entre todos ellos destaca el Palacio de los Molina, La Subalterna, que presenta un gran arco de medio punto con dovelas despiezadas en la portada y los escudos de los Molina.